Protegernos adecuadamente es vital para no sufrir problemas a causa del sol. Y esto se consigue con algunos consejos bastante sencillos y muy prácticos:
- Evitar las horas de mayor exposición solar, entre las 14 y las 18 horas aproximadamente, cuando el sol está en todo lo alto y más puede dañarnos.
- En caso de exponernos, protegernos adecuadamente con un protector solar de factor razonable.
- Siempre que el calor nos lo permita, llevar ropa cómoda y liviana que evite que el sol llegue directamente a nuestra piel. Protegernos igualmente con gorros o sombreros, llegado el caso.
- Hidratarnos lo suficiente para mantener nuestra piel en unas condiciones óptimas, sin que se seque demasiado, cosa que también nos puede perjudicar.
- Si vemos que a pesar de todas estas recomendaciones, nos hemos quemado por la acción directa del sol, aplicarnos aloe vera o cualquier otro tipo de after sun que mitigue la acción dañina del sol en nuestra piel a posteriori.
Con estos consejos, seguro que podemos disfrutar del sol de una manera mucho más provechosa y saludable, sin preocuparnos de sus peligros.
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